“Hemos adquirido la dulce costumbre de considerar el imperio que hemos dejado atrás, el tercer Reich, como un hecho único, errático, como algo atípico en nuestra época o en nuestro mundo occidental. Pero este hábito, evidentemente, no sirve como argumento, esta actitud no es más que una forma de cerrar los ojos.”

GÜNTHER ANDERS, Nosotros, los hijos de
Eichmann

dimecres, 31 de març del 2010

“¡Oh Capitán, mi Capitán!”

Capítol 2.- Eichmann o el gerent eficient,
Truman o el guardià global

“Sentí que tendría que llevar una vida individual sin líderes y difícil, que no recibiría directrices de nadie, que ya nadie me daría ninguna orden ni mandato, que no habría ordenanzas pertinentes para consultar, o sea, en resumen, que me esperaba una vida que jamás había conocido hasta entonces”.

Parla un criminal nazi (Adolf Eichmann, principal responsable del transport dels jueus alemanys als camps d’extermini), referint-se a la desorientació vital que va experimentar quan el règim nazi va ser derrotat. S’havia enfonsat el sistema d’obediència que havia estructurat la seua vida.

Representant privilegiat del 65% de Milgram, no li va servir de gran cosa l’argument de que tan sols es limitava a obeir ordres. Adolf Eichmann va ser condemnat a mort i executat a Jerusalem en 1962. En aquell moment, Günther Anders (pensador alemany d’origen jueu que va haver de fugir del seu país a la dècada dels anys 30) va escriure una llarga carta al fill d’Eichmann, Klaus. La carta estava concebuda com una mirada reflexiva cap a l’horror que s’havia endut milions de vides, però mirant més enllà de l’horror mateix per a cercar les seues arrels. Sobretot, perquè malgrat que l’arbre-monstre havia sigut tallat, les seues arrels continuaven enfortint-se sota terra, protegides de la mirada de la major part de la gent. És per això que la carta duia per títol Nosotros, los hijos de Eichmann, perquè “seres tan abominables o tan miserables como su padre no han surgido por casualidad en nuestro mundo actual, sino que los Eichmann son muy significativos del estado actual de nuestro mundo, e incluso inevitables”.

Aquesta setmana anem a llegir. No la carta sencera (tot i que us la recomane seriosament, us assegure que no us deixarà indiferents), però sí uns breus fragments (molt breus) on Günther Anders condensa el retrat de les dues perverses arrels d’aquest monstre que amenaça empassar-se’ns a la llum del dia.

La primera arrel és la desproporció entre la nostra capacitat de fer coses i la de representar-nos els seus efectes: “El triunfo de la técnica ha hecho que nuestro mundo, aunque inventado y edificado por nosotros mismos, haya alcanzado tal enormidad que ha dejado de ser realmente “nuestro” […]. Ha hecho que nuestro mundo sea ya “demasiado” para nosotros. ¿Qué significa esto? […] que entre nuestra capacidad de fabricación y nuestra facultad de representación se ha abierto un abismo […]. Expresado de forma más sencilla: que los objetos que hoy estamos acostumbrados a producir con la ayuda de nuestra técnica […], así como los efectos que somos capaces de provocar, son tan enormes y tan potentes que ya no podemos concebirlos, y menos aún identificarlos, como nuestros”.

La segona arrel, fortament relacionada amb la primera, és la naturalesa maquinal del nostre món: “Nuestro mundo actual en su conjunto se transforma en una máquina, está en camino de convertirse en una máquina”. Què vol dir açò? No és tant que siga un món tecnològic (que ho és), sinó que nosaltres mateixos acabem comportant-nos com a màquines (i tractem als altres com a tals). Per a entendre-ho millor podem veure un dels aspectes d’aquest món-màquina: “La agravación de la actual división de trabajo, en efecto, no significa otra cosa que el hecho de que nosotros, en nuestro trabajo y en nuestra acción, estamos condenados a concentrarnos en minúsculos segmentos del proceso global: estamos tan encerrados en las fases del trabajo que se nos ha asignado como los prisioneros a sus celdas. En tanto que “prisioneros” nos agarramos a la imagen de nuestro trabajo especializado: de este modo estamos excluidos de la representación del aparato como totalidad, de la imagen del proceso global del trabajo, compuesto por miles de fases. Y con más razón, naturalmente, de la imagen del efecto global al que sirve este aparato”.

La proposta és que relacioneu aquestes idees de Günther Anders amb tres texts molt curts que parlen dels horrors de l’altre bàndol, dels “bons”: la utilització de la bomba atòmica sobre població civil en 1945. També podeu posar tot açò en relació amb l’experiment de Milgram. Com arriben les vacances de Pasqua i potser algunes de vosaltres no tindreu accés a internet, us propose que ordeneu les vostres reflexions i que m’ho envieu per correu electrònic quan pugueu (mínim: 1 plana, màxim: 3 planes). Data límit: 15 d’abril. Per descomptat, les que vullgueu podeu posar algun comentari al blog (els espere com sempre amb interès!), però tot i això vull que escrigueu aquest xicotet “paper”. És una manera diferent de treballar i vull veure com ho feu.

Text 1, parla un científic implicat en el disseny de la bomba atòmica: “Mi opinión sobre estas cosas es que cuando algo es técnicamente satisfactorio, sigues adelante y lo haces, y sólo después de triunfar técnicamente empiezas a discurrir acerca de ello. Así ocurrió con la bomba atómica. No pienso que nadie se opusiera a producirla; los debates que hubo versaron sobre qué hacer con ella una vez conseguida”.

Text 2, parla el president nord-americà Truman sobre el procés de decisió d’utilitzar la bomba atòmica: “El asesor científico del Comité ofreció el siguiente informe: “No podemos proponer ninguna exhibición técnica con probabilidades de poner fin a la guerra; no vemos alternativa aceptable al empleo militar directo”. La decisión final sobre dónde y cúando emplear la bomba me correspondía a mí. Los asesores militares presidenciales de máximo nivel recomendaron su uso, y cuando hablé con Churchill, me dijo sin vacilar que estaba a favor del uso de la bomba atómica si eso contribuía a acabar con la guerra”.

Text 3, parla el mateix Truman, aquesta vegada quan la decisió ja és efectiva: “Hemos descubierto la bomba más terrible de la historia. Esta arma se utilizará contra Japón entre hoy mismo y el 10 de agosto. He dicho al Secretario de Guerra, Mr. Stimson, que la utilice de tal manera que el blanco sean objetivos militares y soldados, no mujeres y niños. Aun cuando los “japos” sean salvajes, despiadados, crueles y fanáticos, nosotros, como líderes del mundo para el bienestar general, no podemos arrojar esta bomba terrible sobre la antigua capital ni sobre la nueva. Estamos los dos de acuerdo. El objetivo será puramente militar y daremos una advertencia pidiendo a los japoneses que se rindan y salven vidas. Estoy seguro de que no lo harán, pero les habremos dado la oportunidad”.

Silenci. Ara, la paraula és vostra.